Desde la Asociación Nacional de Seguridad Infantil nos ofrecen criterios claros y sencillos, para conseguir unos juguetes seguros y adecuados a los niños.
De entrada nos indican que se considera que es seguro cuando atendiendo al comportamiento habitual de un niño, el juguete no pone en riesgo la seguridad y la salud del menor y otros agentes dinámicos, mientras se utiliza.
Todos los juguetes comercializados en la Unión Europea, han de estar Identificados con el Marcado CE, y esto implica:
- Informar al consumidor de forma eficaz del uso apropiado y de los riesgos en el caso de que este uso no se produzca.
- Obligación en todos los juguetes de mencionar aquellos que son destinados a menores de 36 meses, habiendo pasado las pruebas necesarias para verificar que no generan ni contienen piezas pequeñas que puedan ser ingeridas o inhaladas. Y deben incluir la explicación del riesgo específico que origina esta restricción.
Asimismo han debido pasar los controles bajo la Serie de Normas UNE-EN 71, entre ellas:
- Propiedades físicas y mecánicas: que eviten que puedan provocar lesiones corporales por los elementos que lo componen así como por inestabilidad.
- Propiedades químicas: los materiales de fabricación no deben producir efectos, tóxicos, irritantes y quemaduras al entrar el niño en contacto con el juguete.
- Propiedades eléctricas: no pueden superar los 24V y todos los elementos relacionados con fuentes de energía no podrán ser accesibles a los niños.
- Propiedades higiénicas: su fabricación ha de garantizar las condiciones de higiene necesarias que eviten riesgo de infección o enfermedad.
Estos requisitos deben encontrarse señaladas de forma fácil en cualquiera de los juguetes que estén en el mercado, y si no se ven a primera vista hay que desconfiar del producto y de la tienda.